La regla de oro para detectar estafas es esta: Si algo parece demasiado bueno para ser cierto, seguramente sea falso.
A los estafadores les encanta hacer grandes promesas de ganancias rápidas y fáciles sin apenas esfuerzo por su parte, salvo el de sentarse y ver cómo le llueve el dinero. Saben que la codicia, el miedo, la vanidad e incluso la soledad son poderosos motivadores, y son muy hábiles a la hora de jugar con estas vulnerabilidades emocionales. Confíe en su instinto y no muerda el anzuelo.
La próxima vez que se tope con una oferta increíble, hágase las siguientes preguntas:
- ¿Conozco a esta persona? Muchas estafas en línea se envían u operan desde contactos desconocidos. La estafa de anticipo, la de trabajo desde casa, la de crowdsourcing y muchas de las de phishing funcionan de esta manera. Sin embargo, otras tienen la confianza como un motivador clave. Esa pareja a larga distancia podría no ser lo que asegura.
- ¿Este negocio parece realista? Confíe en su instinto. ¿Ese apartamento no parece demasiado bonito para tener un alquiler tan bajo? ¿Ese paquete de vacaciones tiene un precio razonable? ¿Se le promete un trabajo fácil con un buen sueldo por un esfuerzo mínimo? ¿Alguien le promete una cuantiosa recompensa si puede realizar una transferencia rápida? Recuerde el mantra antiestafas: si algo parece demasiado bueno para ser cierto, seguramente sea falso.
- ¿Esta transacción financiera es segura? Si se le pide que envíe un pago, esté atento a las plataformas de pago no protegidas, como transferencias bancarias, Western Union o tarjetas de regalo. Estas operaciones no se pueden revertir, lo cual resulta ideal para las necesidades de los estafadores. Desconfíe también de las ofertas que le propongan el pago mediante cheque bancario. La ofertas legítimas deberían aceptar métodos de pago estándares y regulados, como tarjeta de crédito o Paypal.
- ¿Qué me están pidiendo que comparta? Las estafas de phishing van detrás de datos personales que puedan utilizar más adelante contra usted. Ninguna empresa legítima le pedirá que confirme sus credenciales de inicio de sesión, sus datos financieros, los número de su tarjeta de crédito o información personal detallada.
- ¿Me están apurando? Los estafadores crean urgencias artificiales para forzarlo a tomar una decisión precipitada. Algunos recurren al “FOMO” (o “miedo a quedarse fuera”) para que pique en una oferta tentadora, mientras que otros lo amenazan con graves penalizaciones si no cumple un plazo determinado. En ambos casos, la urgencia excesiva es un claro indicador de una posible estafa.
- ¿La historia de esta persona tiene sentido? Si sospecha que alguien le podría estar engañando con una relación romántica o cualquier otra historia, ahonde un poco. Estúdielo en redes sociales y confirme si lo que le dicen encaja con lo que encuentra. Debería considerar cualquier inconsistencia como una clara señal de alarma, y actuar en consecuencia.
- ¿La persona lleva la conversación fuera de la plataforma? En muchos sitios legítimos de comercio, reservas y citas estará protegido mientras todas las conversaciones se realicen a través del servicio de mensajería de la plataforma. Si alguien solicita comunicarse de forma privada por correo electrónico o mensajería instantánea, es posible que tenga algo que ocultar
Qué hacer si sufre una estafa en línea
Nunca es fácil aceptar que hemos sido estafados y es normal sentirse mal por ello. Si el estafador es alguien a quien creía de confianza, es natural que se sienta traicionado, enfadado, triste e incluso deprimido. Aunque es probable que no recupere el dinero ni pueda mitigar todas las consecuencias, aquí tiene algunos modos proactivos de reaccionar tras ser víctima de una estafa:
Corte la relación con el estafador. No va a convencerlo para que le devuelva el dinero, así que ni se moleste. Continuar la relación abre la puerta a posibles estafas posteriores. Bloquee su dirección de correo electrónico y sus perfiles sociales, e ignore cualquier nuevo intento de contacto. Y, por supuesto, no le envíe más dinero.
Póngase en contacto con sus instituciones financieras. No siempre podrá recuperar el dinero enviado al estafador, pero puede intentarlo. Póngase en contacto con su banco o con el emisor de su tarjeta de crédito y vea si pueden hacer algo. Lo mismo con cualquier servicio empleado para facilitar la transferencia. Como mínimo, les alertará de que ha sido víctima de una estafa y podrá estudiar opciones de seguridad de cara al futuro.
Congele sus créditos. Si ha sufrido una estafa, congele sus créditos de inmediato para impedir que los estafadores abran nuevas líneas de crédito a su nombre.
Cambie sus contraseñas. Si ha revelado cualquier información confidencial al estafador, sea proactivo, cambie sus credenciales de inicio de sesión y utilice contraseñas seguras. Esto es especialmente importante en el caso de sitios financieros, como entidades bancarias o Paypal. Puede evitar pérdidas futuras bloqueando el paso a los estafadores.
Denuncie la estafa. La estafa es un delito y así es como debe denunciarlo: Póngase en contacto con las autoridades relevantes en su zona e infórmeles de la estafa. Si la estafa se produjo a través de un sitio web o una aplicación, indique cuáles. La denuncia puede ser muy útil para evitar que otros pasen por lo mismo.
Comparta la experiencia. Puede sentirse avergonzado por haber picado en una estafa. Es normal, comprensible y aceptable. Hablar de su experiencia puede ayudarle a procesar sus sentimientos, especialmente en el caso de una estafa romántica o cualquier otra relación prolongada. También puede ayudar que informe a sus amigos y familiares de lo que le ha sucedido.
Busque apoyo profesional. Ser víctima de una estafa es doloroso y no es necesario que soporte solo esta carga. Póngase en contacto con un profesional en su zona si tiene fuertes sentimientos negativos como resultado de la experiencia.
Cómo protegerse de estafas
Ahora que conoce las señales de alarma de las estafas, está mejor preparado para evitarlas. Ponga en práctica los siguientes hábitos antiestafa para no caer en ellas cuando esté en línea.
Antes de comprar nada, investigue las empresas y sitios web. Por muy urgente que parezca la oferta o lo mucho que desee un producto o servicio, haga los deberes primero. Lea la información corporativa del sitio web, los términos del servicio y la política de privacidad. Muchos sitios falsos tienen versiones básicas de estos documentos, si es que tienen alguna, así que no deje de comprobar si un sitio web es seguro antes de actuar. Busque reseñas de clientes para ver qué dice la gente. Analice toda esta información y, si se siente satisfecho, siga adelante con la compra.
Si tiene tarjeta de crédito, utilícela para pagar. Estas tarjetas son mucho más seguras en comparación con las tarjetas de débito o las transferencias bancarias. El emisor de la tarjeta de crédito estará de su lado en caso de fraude, ya que es el dinero de ellos el que corre peligro, no el de usted. Si sufre una estafa, realice un contracargo.
Nunca descargue archivos adjuntos o haga clic en enlaces de contactos desconocidos. Los estafadores utilizan archivos adjuntos y sitios web para infectar su equipo con malware. Por ejemplo, los troyanos suelen colarse en los dispositivos camuflados como archivos adjuntos inofensivos, y una vez dentro, pueden instalar a su vez rootkits, spyware o adware. Hay malware que simplemente le muestra anuncios, pero existen variedades mucho más dañinas. Como regla general, no haga clic en nada en lo que no confíe.
No comparta su información personal. Sabrá que muchos sitios web le piden que responda una serie de preguntas de seguridad en caso de que necesite recuperar su contraseña. Recuerde la información que proporcionó como medida de seguridad y no la comparta. En caso contrario, los estafadores podrán responder fácilmente esas preguntas de seguridad. Por supuesto, lo mismo se aplica a información como las credenciales de inicio de sesión o sus números se cuenta.
Protéjase en línea. Si un sitio web ofrece autenticación de doble factor, utilícela. No es un método infalible, pero es mejor que nada. Utilice contraseñas seguras y exclusivas en los sitios web que frecuente y póngalas a buen recaudo con un administrador de contraseñas fiable.